miércoles, 26 de agosto de 2009

El Dojo


Las circunstancias han hecho que tenga la responsabilidad del correcto funcionamiento de un dojo de Kyudo, no es tarea fácil, aunque afortunadamente el dojo al que pertenezco funciona bien.

Dojo es el lugar “de la vía” del Camino, el sitio donde practicamos Kyudo. El termino Dojo es utilizado comúnmente en el mundo de las artes marciales, de algunas actividades de Japón, del budismo y de la práctica del Zen, pero entender que es un dojo a veces no es tan fácil.

Generalmente en Japón, los dojos son lugares fijos, son lugares establecidos y que ya contienen todo lo que un dojo tiene que tener, hablo de su contenido físico o espacial, es decir Kamiza, Shimoza, Shinden etc. Pero en occidente y más en nuestro caso, los dojos se suelen montar y desmontar, o son lugares compartidos con otras actividades que nada tienen que ver con un “camino”. Esto hace más difícil cambiar nuestro pensamiento y convertir de manera automática, por ejemplo, un polideportivo en un dojo y adoptar las reglas que en un dojo deben ser respetadas por todos.

Existen listas de cosas correctas e incorrectas en un dojo, sobre el sensei, los miembros del dojo, los comportamientos de respeto, lo prohibido y lo permitido, pero hacer listas siempre es añadir cosas innecesarias u omitir cosas importantes, creo que un dojo debe de funcionar sin listados, solo con la comprensión de lo que un dojo representa y la aceptación de que el respeto y la etiqueta son las únicas reglas a aplicar, todo lo demás debería ser sencillo, me gusta la descripción que Onuma sensei Hanshi 9º dan hace de un dojo de Kyudo:

“Un Dojo de Kyudo puede ser sencillo o grandioso, cualquier sitio con una diana colocada ante de un montón de suciedad, o un complejo hecho en un santuario o un templo.

Pero tamaño y diferencias arquitectónicas aparte, todo verdadero Dojo de Kyudo tiene una cosa en común: No es simplemente un lugar donde disparar flechas; Son lugares para contemplar la condición verdadera de uno mismo (del “yo”). Consecuentemente, en el momento en que entramos caminando en el Dojo debemos estar preparados para dejar atrás nuestras preocupaciones mundanas y entrar en un serio estudio.
El Dojo es un lugar de encuentro para personas con valores comunes y un propósito común. Por consiguiente, cualquiera que entre en el Dojo se adhiere a un estándar común de comportamiento basado en el respeto, la armonía, y la simple etiqueta.”

Ya sobran los listados de que hacer cuando se llega, cuando se monta el dojo, cuando se termina la práctica, de quien hace tal o cual cosa… el dojo es un lugar común donde se práctica un propósito común, si esto se realiza con el debido respeto a los demás y manteniendo la cortesía y la etiqueta que el sentido común ya debería dar, pertenecer o practicar en un dojo debería ser tarea fácil.

Pero siempre veo en muchos dojos demasiado relax, la gente se despista, se marcha, va y viene con alguna buena excusa, descansa porque la práctica le cansa y a la hora de trabajar hay siempre caras que miran hacia otro lado, esto son comportamientos incorrectos.

Quizá habría que retomar la vieja costumbre japonesa de limpiar el dojo antes y después de la práctica, esta limpieza era realizada por todos los miembros del dojo y eso refuerza la idea de que un dojo es el lugar común, el lugar de todos, y que todos, deben mantenerlo y cuidarlo, no es solo obligación de los que enseñan o del dojo cho.

El dojo no es un gimnasio, donde uno paga y se marcha, donde “en el precio” va todo incluido, en un dojo no hay nada incluido se debe soportar y mantener por todos los que practican el Camino.
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