domingo, 12 de abril de 2009

Kyudo y Budo


El primer libro que leí sobre Kyudo fue “Zen En El Arte Del Tiro Con Arco” de Herrigel , yo creo que la mayoría de practicantes de Kyudo lo hemos leído en algún momento de la vida.

El titulo, si estamos interesados en las filosofías orientales, hay que reconocer que está hecho a medida de lo que nuestra mente occidental desea, ZEN y ARTE.

EL Kyudo se clasifica como un “arte marcial” y al leerlo intuimos zen, porque Herrigel habla de ello en su libro, son elementos que levantan la curiosidad y a algunos nos sirve para acercarnos al Kyudo. Si decidimos iniciarnos en su práctica, empezaremos a aprender técnica, movimientos y rituales, nos vestiremos al estilo japonés con la Hakama y el Dogi y así iremos aprendiendo.

La ilusión de que hacemos algo Zen dentro de este arte marcial, es solo eso, ilusión, porque todavía no hay nada mas que conceptos puramente técnicos, por mucho empeño que pongamos el Zen no aparece, o al menos ese concepto de Zen que solemos tener en occidente, ese “aquí y ahora” tan utilizado, pero que requiere de un largo camino y de mucho tiempo, muchos años, una vida.

La práctica del Kyudo, ha despertado algunos aspectos de mi conciencia que no hubiese imaginado y también me ha hecho plantearme algunas cuestiones, a saber… Porque se le llama arte marcial y donde está el Zen al que Herrigel se refiere en su famoso libro.

En el manual de Kyudo, no hay ni una sola referencia a esos dos conceptos, ni Zen ni Arte, entendidos como lo expresa Herrigel en su libro, esta solo Zen como bondad, y Arte como una mala traducción de la palabra japonesa Budo.

Para mi Kyudo es simplemente Budo, y el Budo es un camino, no un arte. Uno no se convierte en artista del Kyudo, aunque entiendo que “las artes marciales” expresen una manera de entender la vida y sus movimientos o katas denoten belleza, por lo que es arte de alguna manera, además de que arte es también técnica, pero eso es semantica.

Entendiendo el Kyudo como Budo, todo es más fácil, Budo es un camino y un camino que proviene del Bushido, del camino del guerrero. En el ultimo seminario del que he regresado el Lovaina (Bélgica) Tsuyoshi sensei dirigiéndose a los asistentes recomendó recordar el Bushido, y algunos de sus valores que son de aplicación en la vida.

El camino del Guerrero, del Samurai, ya no tiene actualmente el sentido de actividad preparatoria para la guerra, pero el Budo recoge muchos de los aspectos de ese camino y ahí sí que hay Zen, hay momento, hay ahora, hay calma mental, se habla de Ki, de suki, de honor, de consciencia, de actitud interior, de concentración, de espíritu, de muchas característica y virtudes interesantes aplicables a la vida.

Ha cambiado el campo de batalla, ahora el lugar del combate es la vida cotidiana, donde hay conflictos, discusiones, situaciones que requieren de un buen espíritu y de una correcta actitud, ser justo es difícil en la actualidad, y también difícil de definir el término “justo”, todos tenemos interpretaciones diferentes, aunque yo creo con que ser justo, es decidir de acuerdo a unos principios de los que no tenga uno que sentir vergüenza de lo que ha hecho, o saber que no ha actuado incorrectamente y no ha cumplido reglas o acuerdos sociales por motivos poco limpios.

Tender a ese comportamiento justo es buscar un elevado ideal humano, pero no somos perfectos, cometemos errores, Buda y otros grandes hombres también debieron cometerlos.

El Kyudo fortalece el espíritu, pule la mente, despierta la conciencia, la prepara para actuar ante situaciones adversas de manera tranquila, enseña a no rehuir el enfrentamiento si esta guiado por la justicia, igual que el Bushido prepara para el combate y para la muerte.

Ya no digo nunca que el Kyudo es un Arte Marcial, digo que es BUDO y tampoco hablo de Zen, simplemente intento vivir el momento, bueno o malo, es el ahora, aplico la concentración en mi práctica, en mis actividades cotidianas, en mi trabajo y en el ocio.

Dice Taisen Deshimaru que “el Zen y el Do (la vía) se mezclan en armonía. Por eso casi todos los grandes maestros Zen hablan de DO y no de Zen”.
Ahora tengo el Kyudo mejor definido, los conceptos más claros, pero eso en nada altera su práctica, que sigue siendo dura, muy dura, aunque enormemente gratificante.


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