lunes, 13 de octubre de 2008

Maai, la armonia en el movimiento


Hay muchas cosas difíciles de entender en el Kyudo, y cuando digo esto, no me refiero a entenderlas desde el punto de vista de la comprensión “intelectual”, todo el Kyudo se entiende intelectualmente en pocas semanas, el Kyudo Manual Volumen I, apenas si tiene 145 paginas.

Es el cuerpo el que tiene que “entender”, para poder realizar un Kyudo correcto, hay tantas cosas a modificar en el cuerpo y en la mente, que resulta un trabajo duro, muy duro. Onuma sensei decía “Kyudo, es interminable esfuerzo”, esta frase ya es un tópico en el Kyudo, pero no por tópico, incierto.

Llevo algún tiempo reflexionando sobre el Maai, la armonía de los movimientos. Concepto fácil de leer, fácil de intelectualizar, pero muy difícil de desarrollar y una de las cosas más difíciles de comprender hasta que no se experimenta, es una vivencia.
En uno de los últimos cursos de la AEK, en un Sharei, percibí muy claramente una sensación que hacia tiempo no percibía, la ausencia total de Maai.

Desde que iniciamos el camino del Kyudo, vamos buscando con mayor o menor fortuna esa armonía de los movimientos, torpemente vamos adquiriendo una cierta capacidad para realizarlos con decoro, con una forma correcta, con sinceridad.
Es especialmente difícil trasladar esa armonía a los Shareis, al tiro en conjunto con otras personas y es precisamente ahí, donde se ve un progreso importante en el Kyudo a partir de ciertos años de práctica.
El Maai, no es una armonía “marcial” o un movimiento ejecutado al unísono con otras personas, una danza o unos movimientos mecanizados hasta la perfección, es mucho más, es la armonía que surge de la perfecta conjunción, e implicación de los arqueros que hacen el sharei, no tiene que haber en el grupo ninguna personalidad que quiera sobresalir, ningún ego que quiera resaltar, solo voluntad de trabajar como un arquero único, como un solo cuerpo en el que se tiene que convertir el grupo, ninguna punta, ninguna arista, con el Ki fluyendo de manera armónica, sin interrupciones, sin fisuras….difícil, muy difícil.

Por eso los exámenes de Shogo (profesores o Maestros), son valorados en una gran parte por esa armonía que debe existir entre todos los miembros del grupo, a más alto grado, más evidente debe ser el Maai.

Mi sharei, en el que note la ausencia de armonía, fue delatador e instructivo a la vez, yo estoy acostumbrado a realizar los shareis con mis amigos, o con gente con voluntad de armonía, a veces sale mejor, otras peor, pero siempre hay un intento de armonizar, en ese curso el sharei fue devastador, no había Maai, no había Ki, no existía voluntad, no había nada y realizar un sharei sin Maai, o sin intención de que exista, es una experiencia vacía, desoladora y triste, aunque su ausencia también despierta esa necesidad de reencontrar esa armonía de nuevo, hay muchos más shareis por realizar.

Afortunadamente, al día siguiente y tras realizar un nuevo sharei con otras personas, mi cuerpo entro en una mejor sintonía, ya había desaparecido el vacío, había energía positiva, había grupo, había de nuevo Kyudo, a pesar de su imperfección, este Maai reencontrado fue una de las buenas enseñanzas y alegrías del curso.
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